El pánico es la máxima expresión del miedo y cuando aparece se expresa
como una «explosión» de sensaciones y síntomas que provocan generalmente
aturdimiento, vértigos, sofocos, taquicardias y sensación de muerte o locura inminente;
por ello, está considerado uno de los momentos de más sufrimiento psicológico que puede tener una persona. Estos episodios de pánico suelen aparecer de repente y suelen durar de pocos minutos a algunas horas.
Un ataque de pánico es la lucha entre nuestro cerebro animal, que pone en marcha toda la fisiología del miedo, y el cerebro racional que intenta controlar esa fisiología descontrolada, cumpliéndose la paradoja de que cuanto más el cerebro animal tiende a descontrolarse, obliga al racional a intensificar el control; es tal como he explicado antes, una explosión descontrolada.
Pero un alto porcentaje de las personas que han padecido de ataques de
pánico suelen decir tras el primer ataque de pánico que existe un antes y un
después en sus vidas, y que el después, al menos durante cierto tiempo, es
una larga travesía por el desierto del miedo.
¿Qué pasa después del primer ataque de pánico?
-Aparece el llamado «miedo al miedo», la persona vive con temor que aparezca
un nuevo episodio o volver al lugar donde ocurrió.
-Por lo tanto, empieza a evitar, primero el lugar o situación donde ocurrió
y posteriormente puede ir ampliando y generalizando la evitación a
otros lugares y situaciones.
-Si esto se prolonga durante un cierto tiempo, podemos encontrar a personas
«derrotadas» y en camino de un estado más depresivo.
Tratar el Pánico desde la Terapia Breve Estratégica
El trabajo con el pánico, como toda intervención estratégica, consiste en identificar las soluciones intentadas y trabajar sobre ellas. Podemos observar que generalmente las dos más importantes son evitación de las situaciones ansiógenas y el intento de controlar los pensamientos.
El principal objetivo de la intervención en los trastornos de pánico es conseguir bajar la frecuencia e intensidad de los episodios, puesto que son situaciones donde las personas sufren mucho y tienen muchas posibilidades de sensibilizarse, es decir, de generarlos cada vez con más facilidad y que le ocurran en más situaciones.
Los ataques de pánico son muy complicados de superar sin ayuda de un especialista. Es normal que, si lo sufres te encuentres mal, pero con Terapia Estratégica se pueden superar en el 95% de los casos.
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